Contar con una buena asesoría contable Barcelona es fundamental para cualquier tipo de negocio que quiera desarrollar su actividad sin preocuparse de su fiscalidad. Por otro lado, no todo se puede dejar en manos de una asesoría y, como empresario, es importante que tengas claros algunos términos para conseguir mejores resultados en tu negocio.

Una de las cuestiones que debes manejar y comprender a la perfección es la diferencia que existe entre gasto e inversión. Esto es fundamental, porque como ambos suponen una pérdida de dinero en la empresa, son términos que se pueden confundir con frecuencia y tienen bastantes diferencias. En este artículo te ayudamos a diferenciarlos.

Diferencia entre gasto e inversión

De entre las muchas diferencias que existen entre gasto e inversión, la más notable de ellas y con la que mejor se explica en qué difieren ambos términos es que un gasto nunca genera beneficios para el negocio, por lo menos, a largo plazo.

Para entenderlo mejor, si se produce una salida de dinero del negocio que genera ingresos futuros se trata de una inversión. Si ese dinero sirve para pagar un gasto corriente que es necesario para la actividad del negocio, por ejemplo, el pago de la luz, estamos ante un gasto.

Esto lo vemos mejor con otro ejemplo. Si es necesario pintar la oficina porque la pintura que tiene ya está vieja o sucia, se trata de un gasto al entender que el pintar de nuevo la oficina no traslada ningún ingreso o beneficio al negocio.

Por el otro lado del ejemplo, si llevamos a cabo la compra de una nueva maquinaria que ofrece nuevas posibilidades de producción estamos ante una inversión. Esto se debe a que esta maquinaria nos servirá para mejorar la producción de nuestro negocio y, por lo tanto, reportará mayores beneficios e ingresos con el paso de los años.

Diferencia entre gastos iniciales e inversión

Los gastos iniciales son aquellos que son necesarios para iniciar la actividad del negocio. A la hora de iniciar un negocio siempre hay que llevar a cabo una inversión de dinero, sin embargo, todo ese desembolso de dinero no siempre se traduce en una inversión, ya que algunos gastos son necesarios a la hora de llevar a cabo ciertos trámites y, por desgracia, no se convierten en futuros ingresos para la empresa.

Es muy importante diferenciar bien estos dos términos para tener mucho más claro la planificación financiera de la empresa. Si disponemos de un presupuesto limitado no podemos pensar que todo ese dinero presupuestado es una inversión en la empresa, ya que necesitaremos pagar tasas e impuestos, por ejemplo, comprar material de oficina o el mobiliario que nos permita desarrollar la actividad.

Sí que es verdad que, en ocasiones, un gasto inicial puede convertirse en una inversión con el tiempo. Podemos gastar dinero en marketing digital con el que atraer a nuevos clientes o, por otro lado, capacitar a nuestro personal con el ánimo de que produzcan mayores beneficios más adelante.

A pesar de que la capacitación sería algo necesario para que el trabajador desarrolle correctamente lo que le pedimos, lo que se entendería como un gasto, este trabajador más capacitado puede volverse más productivo para la empresa con el tiempo gracias a su formación.

Diferencia entre gasto e inversión en contabilidad

También existe diferencia entre gasto e inversión en materia de contabilidad. Aquí la diferencia es bastante más importante ya que las empresas están obligadas a llevar un registro contable y, por lo tanto, es necesario que se diferencien bien los gastos de las inversiones. Lo vemos al detalle.

Qué es una Inversión en contabilidad

Una inversión en contabilidad es la adquisición de un activo sobre el que se espera que genere ciertos beneficios económicos en un futuro.

Las inversiones en la empresa aumentan su activo fijo y a largo plazo sirven para generar ingresos o, por otro lado, ahorro en otros costes. Es muy importante tener en cuenta que se deben registrar dentro del balance general como activos.

Algunos de los ejemplos que nos podemos encontrar en un balance de contabilidad y que tienen que ver con las inversiones sería la compra de maquinaria o la adquisición de otras empresas. Como hemos visto antes, no son desembolsos de dinero necesarios para desarrollar intrínsicamente la actividad de la propia empresa.

Qué es un gasto en contabilidad

El gasto en contabilidad es un desembolso de dinero que se lleva a cabo para adquirir bienes o servicios que se utilizan o consumen en el presente. Estos bienes o servicios ayudarán a generar los ingresos del periodo contable, es decir, no se trata nunca de inversiones a futuros.

Para tener mucho más claro lo que son los gastos en la contabilidad, estos se consumen de forma rápida y no generan ningún activo a largo plazo. Además, los gastos en contabilidad también reducen los beneficios ya que disminuyen el resultado neto en un periodo contable.

A diferencia de lo que sucede con las inversiones, los gastos se deben anotar en la cuenta de resultados. Como ves, son aspectos diferentes que se contabilizan en apartados distintos dentro del propio balance de situación.

Algunos ejemplos de gastos que nos podemos encontrar anotados en un balance de situación de la empresa son los sueldos y salarios del personal o los suministros de oficina.

Diferencia fiscal entre gasto e inversión

Finalmente, desde el punto de vista fiscal también existen importantes diferencias entre gasto e inversión. Mientras que un gasto en términos de fiscalidad es un desembolso que reduce la base imponible de un periodo concreto, una inversión es la adquisición de un bien o un derecho que, a pesar de que supone un gasto inicial, se amortiza a lo largo de varios periodos fiscales.

La principal característica del gasto en materia fiscal es que, normalmente, se puede deducir en el ejercicio en el que incurren. Además, los gastos siempre deben estar vinculados a la obtención de ingresos y algunos ejemplos podrían ser los sueldos, los intereses de los préstamos o reparaciones que se llevan a cabo en la empresa.

Por lo que respecta a la inversión fiscal, su principal característica es la amortización. A diferencia del gasto, la inversión no se deduce de forma íntegra durante el periodo en el que se realiza, sino que se amortiza a lo largo de su vida útil. Otro de los aspectos diferenciadores es que se espera que la inversión genere beneficios en el futuro.

Como hemos visto anteriormente, algunos ejemplos podrían ser la compra de maquinaria o la renovación del software en la empresa con el ánimo de volverla más productiva.

¿Por qué es importante diferenciar entre gasto e inversión?

Saber diferenciar un gasto de una inversión en una empresa es muy importante por varias razones. En primer lugar, si sabemos diferenciar bien entre los gastos y las inversiones podemos planificar mejor el largo plazo de nuestra empresa. Como has visto, llevar a cabo una inversión requiere gastar una cierta cantidad de dinero con el ánimo de conseguir beneficios futuros.

Si sabemos cuánto dinero podemos destinar a la inversión podemos tomar mejores decisiones cuya repercusión sea en el futuro. Para ello debemos tener muy claros nuestros gastos, ya que ese dinero gastado nunca podrá ser invertido y, por lo tanto, deberíamos tenerlo en cuenta en nuestro presupuesto.

Otra de las razones es la toma de decisiones de inversión. Hay que tener mucho cuidado si se piensa en llevar a cabo una inversión a largo plazo cuando hay problemas a corto plazo para satisfacer los gastos. Tener clara la diferencia que existe entre ambos conceptos nos evitará tomar decisiones equivocadas de las que en un futuro se pueda arrepentir la empresa.

Finalmente, es importante saber diferenciar entre gasto e inversión para cumplir con las obligaciones fiscales. Como has visto, los gastos y las inversiones se anotan de forma diferente en el balance de situación de una empresa, por lo que también tienen reglas diferentes que se deben seguir de cara a cumplir con la fiscalidad.

Un error a la hora de confundir estos dos términos puede acabar provocando sanciones en la empresa, por ejemplo, si nos deducimos algo que no es un gasto. Tener claro estos conceptos no solo nos ayudará a llevar mejor la contabilidad de la empresa, sino que nos ahorrará futuros problemas con la Administración al poder disponer de todas nuestras cuentas en buen estado.

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